Eclipsa los arribos

Encontrarse un diagnóstico y pensar, soportar el dolor y escribir es un desafío a la muerte, a lo inconcluso hay un vuelo lírico en tanto el abismo lo acecha; "Mi cuerpo ha sido encarcelado por mi propio cuerpo"; frases cortas. Hace de lo cotidiano y del dolor un juego distractivo, mientras tira papeles a un basurero. La palabra permanece terca, poseída; el poemario produce dolor pero no lastima. Lo bello del libro es que hace de la poesía un báculo. Desde el primer poema se propone el despojo para dejarnos solo ante lo fundamental, vivir. El lector comienza a explorar interrogantes y sendas sobre la existencia. Caminos hacia una nueva identidad más allá del cuerpo; lo que se oscurece sse vuelve más visible.